Hartz ens porta en el seu darrer número un poema de la nord americana Maxine Kumin, una poeta que m’encanta i que ara he rellegit de nou. No us la perdeu.
Después del amor
Después, el compromiso.
Los cuerpos reanudan sus fronteras.
Así, estas piernas mías.
Tus brazos a ti vuelven.
Mimos de dedos, labios
que admiten ser los dueños.
En cama los bostezos, una puerta
sin motivo entornada
y, arriba, un aeroplano
que al descender salmodia.
Nada ha cambiado, salvo
un momento en que el lobo,
el traficante lobo
externo a uno mismo
se echó, blando, y dormía.
(Maxine Kumin, traducció de la revista Hartz)
(aquí la versió en anglès)