“Un hombre emprende un trabajo arduo y convencido de su capacidad descuida algunos detalles. Estos le hacen fracasar.
De nuevo comienza una obra que seguramente es más amplia y laboriosa. Al principio acuciado por la propia necesidad de éxito acelera enormemente su desarrollo y corona las primeras etapas antes del tiempo prefijado. Esto le hace aminorar la marcha y cada día realiza algo menos que en el anterior. Así llega a un paro total que le lleva al fracaso”
(Així comença El Fracaso, un poema de Francisco Ferrer Lerín, de l964)