He pogut veure avui la molt recomanable exposició de Béatrice Bizot a la Galeria Antoni Pinyol de Reus. La Béatrice m’ha fet una visita comentada tocant tots els pals del repertori: el material, la forma, la textura, la mascara com a present i futur, el color del ferro rovellat, la disposició de les figures a la sala. Tota una declaració d’intencions.
“Dispuestos en un arco, estos seres de hormigón armado, a la vez víctimas y héroes, son como testigos de nuestra cultura moderna.
En actitud de oración o de contemplación, esculturas cargadas de humanidad ancestral, caras giradas hacia el suelo, la tierra, hacia la propia condición humana, son imagen de lo que construimos y del que somos responsables.
Los templos de hormigón incompletos alzan en nuestros barrios, carcasas de casas inacabadas, templos modernos abandonados que rememoran los templos griegos, símbolos de una sociedad a la deriva y vestigios de una cultura desorientada que no deja de ser huella de humanidad.
Estas estructuras de hormigón que parecen esqueletos, contienen probablemente, el alma de las casas.
De un material crudo y sucio como es el cemento, he querido extraer una pizca de humanidad y de dulzura, dejando entrever nuestra fragilidad ya la vez nuestra fuerza. Béatrice Bizot”
