En l’entrevista que Bea Espejo feia fa uns dies [el 9 de novembre de 2012] a l’escultora Núria Fuster en El Cultural, pàg. 32 i 33 [aquí] trobem aquesta “definició d’art” en què Núria Fuster s’acosta a la realitat modificant el nostre punt de vista.
Todas sus obras parecen responder a un mismo dilema: el problema de las realidades múltiples y cómo las experimentamos: la oscilante, la incompatible, la intangible, la deseable… “El arte es un acto de conocimiento con el que llegamos a entender un poco más de qué está hecha la realidad”, afirma. En la búsqueda de esa quimera, Nuria Fuster entiende su trabajo “como un laboratorio de observación, donde existe la posibilidad de rescatar, a través de un nuevo enfoque, restos y desechos. Salgo mucho ‘a cazar’ por almacenes de materiales industriales o chatarreros, ahí siempre hay algo que me rebela lo siguiente. A veces se le ha dado protagonismo al objeto ligado a lo doméstico como una particularidad intencionada, aunque mi trabajo es más bien un ejercicio de posicionamiento para ver desde otro lugar”, explica.