Si el 13 de març esteu per Madrid no us podeu perdre la inauguració de l’expo del fotògraf César Ordóñez —del que com ja sabeu sóc fan incondicional—, que es podrà veure a Mondo Galería.
“Este proyecto realizado en Tokio a finales de 2010, plantea una reflexión sobre el valor de la intimidad. Definiendo “intimidad” como el espacio privado de cada persona desde un plano físico, emocional y espiritual. Y como, más allá de lo que digan las leyes, el respeto mutuo por ese “espacio” es un hecho posible en una sociedad que lo percibe como un bien común. Seguramente las primeras imágenes que nos vienen a la cabeza de capital japonesa, son de multitudes aparentemente caóticas y de autopistas urbanas que discurren impunemente entre rutilantes y altivos rascacielos. Pero hay otra realidad que pasa casi desapercibida a simple vista; donde el silencio, la quietud, el respeto por los demás y por la comunidad, están presentes permanentemente. Una realidad que este proyecto quiere transmitir.
Este trabajo no pretende ser un reflejo documental de la sociedad tokiota, una sociedad compleja y poliédrica que no se puede definir a través de una sola idea o desde un solo punto de vista. Ni el concepto “intimidad” tal como aquí está presentado responde exactamente a una característica cultural japonesa. En realidad las obras de esta serie se pueden contemplar como metáforas visuales. Mi intención ha sido utilizar algunos aspectos de esa cultura y de la ciudad de Tokio, para plantear una reflexión positiva y generar un debate sobre un tema que me interesa especialmente: El respeto hacia los sentimientos, los pensamientos y el propio espacio físico vital de cada individuo, en la convivencia diaria con el resto de individuos de su sociedad. Quizá por el momento que estamos viviendo, o quizá por el momento de mi vida en el que me encuentro, cada vez estoy más sensibilizado frente a lo que podríamos definir como contaminación “sensorial” o “emocional”. Es decir, las incontables violaciones o interferencias que sufre a diario nuestro “espacio privado”.
La idea de realizar un proyecto sobre el concepto de intimidad tal y como aquí lo planteo, surgió algunos años antes, mientras estaba en Tokio trabajando en dos proyectos previos: Ashimoto y Kagami. Viviendo en la megalópolis japonesa experimenté un grado de “intimidad” antes inimaginable para mí, que nada tiene que ver con la idea de soledad, aunque desde una perspectiva occidental así nos pueda parecer. Mi “espacio privado” se mantuvo intacto. Nadie lo atravesó sin mi permiso. Ni un solo día, ni un solo instante. Una sensación de paz y de serenidad me fue cautivando poco a poco, motivando mi vuelta allí a finales del año 2010 para intentar expresar este sentimiento en imágenes.” [text cortesia de Mondo Galeria aquí en pdf]